domingo, 22 de noviembre de 2009

LAS MIGRACIONES DE AVES; UN ESPECTÁCULO DE LA NATURALEZA

Cuando la naturaleza viaja
Los movimientos migratorios de los animales son incesantes y han creado una red de rutas entrecruzadas que recorren todo el planeta y cuyo número nadie se ha atrevido hasta ahora a calcular. Sea cual sea el día del año y la hora del día, en algún lugar de este planeta hay un grupo de animales en pleno viaje.
Estos viajes tejen en torno a nuestro planeta una tupida red de rutas que se entrecruzan.
(…)¿Qué poderosas fuerzas llevan a estos animales a emprender la marcha, a partir hacia lejanas latitudes, a recorrer en algunos casos la mitad del globo? Hace poco más de un siglo que la ciencia investiga este fenómeno, y todavía quedan muchas respuestas. Antonio Sandoval en “La Voz en la escuela”


Las migraciones amenazadas
En el hemisferio Norte, cuando llega el invierno, muchas aves se trasladan más al sur, desde el norte y el centro de Europa hasta las cercanías del Mediterráneo, e incluso llegan a África. Entre la primavera y el verano realizan el recorrido a la inversa.
Gracias a la migración, las aves consiguen llegar a regiones ricas en alimentos y con temperaturas adecuadas, bien para la reproducción, bien para la invernada.
Las lagunas, ríos y estepas cerealistas de la Península Ibérica son ecosistemas muy importantes para estas aves migratorias, ya que les dan cobijo, descanso y alimento.
Cambios en el comportamiento de las aves migratorias: aumentando la distancia de la migración

...o reduciendo la migración de las aves a otros continentes.
En Europa muchos pájaros ya no vuelan a otro hemisferio debido a los inviernos más templados
El cambio climático está alterando los hábitos migratorios de las aves, ya que los inviernos más cálidos están reteniendo en el hemisferio norte, particularmente en Europa C
entral, a especies que habitualmente se desplazaban a otros continentes para regresar en primavera. La comunidad científica alerta de los riesgos que estos cambios pueden suponer para numerosas especies de aves.
En términos científicos los efectos del cambio climático sobre las especies animales que habitamos el planeta son evidentes. Los comportamientos de muchos animales se ven notablemente afectados por las fluctuaciones de temperatura y de condiciones meteorológicas, y por supuesto que las aves no son la excepción.
En pos de un hogar seguro
Todas las criaturas aspiramos, en esencia, a lo mismo: un hogar seguro y alimento que garantice prosperidad. Los humanos no somos ajenos a esta necesidad. Son muchas las culturas que a lo largo de la historia han ido y venido dos veces al año a lo largo de amplias regiones en busca, por
ejemplo, de pastos para su ganado. Así sucedía con los pastores de ovejas de las montañas cantábricas, que a lo largo de las llamadas cañadas reales, viajaban en invierno hasta Extremadura, La Mancha, Andalucía o Valencia, para regresar a los frescos y altos pastos del norte en primavera. Hace ya siete siglos, el rey castellano Alfonso X el Sabio dictó unas leyes
destinadas a proteger esas rutas.


La migración de la mariposa monarca norteamericana
Es una de las más asombrosas.
Cada otoño, una vez terminada la época de reproducción
en Canadá y Estados Unidos, inician su vuelo hacia el sur en bandadas de miles de ejemplares. Sus rutas son bien conocidas, hasta el punto de que en algunas localidades su llegada se celebra con un festival local. La ciudad de
Pacifi c Grove, en California, gusta de hacerse llamar Butterfl y City, es decir, la ciudad de las mariposas. Son muchas decenas de miles las monarcas que la atraviesan rumbo a México.
Con apenas medio gramo de peso, y grandes alas de color ámbar, se diría que la más suave brisa es capaz de llevarse consigo a estos pequeños animales. No es así. Su habilidad para el vuelo y su determinación las llevan a cubrir en un solo día hasta 130 kilómetros. Algunas de ellas, con motivo de fuertes temporales, resultan
arrastradas por los vientos. Entonces pueden incluso acabar en este lado del océano Atlántico. Mario Vázquez de la Torre, "La Voz en la escuela".

2 comentarios:

Parcero dijo...

Como siempre, una entrada magnífica.
Los animales y las plantas siempre se desplazan intentando ocupar todo el hábitat disponible, exista o no cambio climático. Y cuando ocurre este cambio lo hacen independientemente de quien lo provoque. El clima es cambio, los continentes se mueven, y el eje terrestre no permanece inmóvil. Nunca ha existido una Tierra fija, con hábitats inmutables; las especies aparecen y desaparecen desde la llegada de los primeros seres unicelulares. Y estas extinciones también se producen a distintas velocidades: a veces tardan millones de años y otras un suspiro geológico.
Cuando el supercontinente Pangea se empezó a romper para formar el océano Atlántico, hace unos 175 millones de años, las anguilas tenían que recorrer una mínima distancia para llegar a su lugar de desove en lo que hoy es el Mar de los Sargazos. Transcurridos todos esos millones de años siguen haciendo lo mismo pero recorriendo unos 2500 quilómetros más. Y parece que no les afecta demasiado.
Saludos.

Ana dijo...

Toda una lección de Biología. Una precisa y hermosa síntesis. Si no tuvieras tu propio blog, te pediría que colaborases en el mío.
El clima siempre ha cambiado (ahí están las glaciaciones y sus períodos intermedios), el universo se mueve, la vida misma se mueve pero, ¿no piensas que toda esta marea de acciones humanas, de unos intereses económicos y políticos insaciables y su consiguiente estimulación frenética al consumo, tiene mucho de antinatural y puede modificar el ritmo de este ir y venir de la naturaleza?
Gracias por tu comentario. Siempre es enriquecedor.
Saludos

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